El lunes 7 de marzo, gracias a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Argentina volvió a celebrar
los feriados federales de carnaval que habían sido prohibidos por la última dictadura y olvidados por los sucesivos gobiernos. “Nada grande se puede hacer con la tristeza”, fue el lema que acompañaba los festejos. La frase de Arturo Jauretche hizo honor en el barrio porteño de Boedo en el preciso momento en el que la calle se volvió una fiesta y el canto una alegría colectiva.

Más de 50 mil personas asistieron a la celebración de los festejos que recuperaron el valor que siempre merecieron, por ser parte de nuestra identidad y de nuestra cultura. Pero sobre todo porque el Proyecto Nacional sigue creciendo y son millones los que se sienten incluidos y a los que les sobran motivos para festejar.

Ningún pueblo es feliz sin una política que los dignifique, que los contenga y los haga participar. Cuando la política nos invade, ya no hay margen para que las grandes pantallas televisivas intenten ocultar la historia que se escribe a fuego lento en esta parte del mundo. Por ese motivo La Cámpora decidió ser parte de esa fecha y sus militantes celebraron con su característica mística, alegría y profunda convicción.

Entre los cantos, pogos festivos y volanteadas, se pudo ver a los referentes Juan Cabandié, Andrés Larroque y Mariano Recalde, junto a una centena de militantes que organizaron la puesta en escena de un día histórico.
Hasta que llegó la hora para que desfile la murga de La Cámpora en aquel barrio porteño, Los Dandys de Boedo. Pese a tener largos años de historia, esta vez sus filas fueron encabezadas por una figura que generaba gran impacto y emoción, un Néstornauta de varios metros que caminaba con ellos y hacía que los compañeros izaran honrosos sus trapos, como intentando alcanzar el cielo.

Los banderines con la misma figura y la de Cristina Fernández, cruzaban la calle de lado a lado. Y más de cien jóvenes compartían con los vecinos los volantes que llevaban el rostro de la Presidenta y otros que convocaban al acto del próximo 11 de marzo en Huracán.
“El barrio está de fiesta con su mejor sonrisa y una ternura extraña me invade el corazón. Parece que las horas corriesen más deprisa y que del mismo barro brotase una canción…”, reza el tango de Luis Rubistein. Y hoy quedó demostrado; hay un pueblo más justo y solidario que decide construir su propio futuro y una juventud que va al frente, lleva bien altas las banderas de Néstor y Cristina y sabe que con este Proyecto… todo el año es carnaval!
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