Parece una metáfora, pero no lo es.
Al poco tiempo de asumir Mauricio Macri la jefatura del gobierno porteño, una cuadrilla de funcionarios del PRO colocó un cartel amarillo al frente de la histórica y hermosa Escuela número 9, "José María Torres", del barrio de Liniers.
Allí en la esquina de Larrazabal y Cossio.
Anunciaban que para favorecer el desplazamiento de los alumnos con alguna discapacidad física, se colocaría un ascensor de última generación que les permitiría el ascenso y descenso entre ambas plantas del edificio.
Los padres y los docentes lloraron de emoción al ver cumplido un viejo reclamo de la comunidad educativa del barrio.
Para construir el hueco del ascensor los funcionarios procedieron, primero, a destruir una de las dos escaleras de mármol de Carrara que comunicaba desde hace un siglo las dos plantas.
La destruyeron y se fueron. Y nunca más aparecieron, dejando el hueco semi tapado y apenas disimulado con un armario escolar.
Un espanto. No hubo presupuesto para construir, pero sí para destruir.
Los alumnos que se desplazan en sillas de rueda deben asistir exclusivamente a una de las dos aulas de abajo, ya que arriba están todos los demás grados.
Pero ahora además se suma el desgarro de la mutilación de la escalera y con ella la mutilación de un derecho que creyeron casi cumplido.
A todos les dolió la destrucción, "como si nos arrancaran una pierna" dicen, pero los alentaba creer que al fin pondrían el ascensor para que todos tengan el mismo derecho de disfrutar la escuela. Lo quisimos contar porque es un símbolo de la gestión macrista.
Primero destruye, reprime, apalea, insulta, ofende y luego recién, se tomará su tiempo para buscar alguna solución. Que tampoco aparecerá.
Es lo que pasó en Villa Soldati, con el triste saldo de muertos y heridos. Felizmente se impuso la salida política y la solución pacífica al conflicto social impulsada por el gobierno nacional.
Ganó la política, porque al fin y al cabo, el Estado es el resultado de relaciones de fuerza en la sociedad. Y esas relaciones hoy favorecen al modelo de país que gobierna con Cristina. No favorecen la solución macrista-duhaldista de la represión.
Es por eso que asumió Nilda Garré en el nuevo Ministerio de Seguridad y no la cría de ningún amigo del gatillo fácil.
Es por eso que perdió Duhalde y perdieron los energúmenos fascistas que ofendieron la memoria de Néstor Kirchner en la Legislatura porteña, ofendiéndonos a todos los que amamos una vida digna por sobre todas las cosas.
Y es por eso que este pueblo construirá, mas temprano que tarde, las escaleras que hagan falta para movernos en una sociedad de iguales.
*Por Jorge Giles
No hay comentarios:
Publicar un comentario