13 noviembre, 2009

LA ORGANIZACIÓN ILUMINA A LOS PUEBLOS



Por Sol Giles

El año del Bicentenario traerá consigo la luminosidad de los pueblos organizados.

Motivo de ello deberán ser las últimas medidas adoptadas por la Presidenta de la Nación, las cuales reanuncian que un nuevo tiempo se avecina en los albores del Bicentenario: el de la organización popular. Pues sin el pueblo organizado nada garantiza que la profundización democrática siga su curso. Los invitamos a repasar algunos de los factores a tener en cuenta para los tiempos que se vienen:

- Una de esas medidas es la de la Asignación Universal por hijo, una reparación de $180 pesos consignada a los niños y adolescentes que pertenezcan a un grupo familiar desocupado y sin otras asignaciones familiares. Esto no es menor, no sólo por la implicancia de concretar una reivindicación histórica de gremios y desocupados, sino porque- mediante la incorporación de un inciso a la Ley 24.714- Argentina alcanzó un nivel insuperable, en cuanto a políticas públicas de magno impacto social, sólo comparadas con el primer mandato de Juan Domingo Perón. Pero debe ser una obligación de todos los ciudadanos comprender los avatares y avances que aviva esta medida revolucionaria, desmantelando aquellas deleznables tergiversaciones creadas por las marrulleras minorías opositoras.

Por otra parte, Así como afirmamos que se trata de una medida revolucionaria, es preciso comprender que la pobreza no se elimina de un soplón y cuenta nueva, sino con profundos cambios estructurales y sociales que acaben con la concentración de la riqueza. Y es hacía allí que se dirigen los compañeros que encabezan este proyecto y demostraron superar reiterados obstáculos, dejando en orsay y rompiendo con los esquemas predecibles de quienes incesantemente intentan lacerar el rumbo democrático de nuestro país.

*** Por todo esto, como argentinos, tenemos la tarea de acompañar estas iniciativas para consolidar un país en paz, justo, con inclusión y mayor desarrollo productivo. Y eso sólo puede lograrse con organización, con inventiva e iniciativa, fortaleciendo la comprensión de los tiempos que corren y escribiendo su correlato en las páginas de la historia.

En políticas de desarrollo social y protección estatal, la asignación universal por hijo significa un gran avance en materia de políticas de hambre cero, la inclusión de nuestros pibes al sistema educativo y sanitario, la suba en el consumo interno, nuevos puestos de trabajo, demanda de bienes, producción nacional y la aseveración en la continuidad del combate contra la indigencia desencadenada, originada y recrudecida por tantos años de políticas neoliberales y elitistas.

*** Aunque quieran convencernos de lo contrario: Se acabó la era de las barreras clasistas y las trincheras del individualismo. El Estado sigue recuperando un rol preponderante y activo en la economía y la sociedad argentina. Y lo que mas felices nos hace a todos los que creemos en este proyecto, es que los trabajadores sean los principales protagonistas de estos cambios.

Aunque muchos de esos vozarrones rústicos y altaneros intenten sembrar el discurso de conflictividad, “crispación social” y osen (justamente ellos) tildarnos de clientelistas, deberían informarse un poco más, o al menos ponerse colorados por haber pertenecido a la mesa chica del menemato y de aquel timorato que se escabulló en helicóptero.

Estas políticas confluyen en el modelo de país que avanza con firmeza hacia el Bicentenario de una Patria más justa y feliz. Y es eso lo que les molesta a los que atentan contra la democratización de la palabra, los pibes y los trabajadores. No les tenemos miedo, pero el peligro reside en que manifiestan, a modo de vox populi, lo que representa a una breve minoría que se inquietó al sentir que las manos de la justicia les rozaban los bolsillos. Por eso hay que estar despiertos.

*** En este país nada es casual. Ni las colas para iniciar el trámite en el ANSES, ni las encuestas seudo periodísticas, ni los "auto convocados", ni los piquetes antioficialistas y mucho menos los desnudos colectivos de ciertos grupos que sufren de un síndrome de anacronismo, histeria, ombliguismo e inmadurez letal. Vergüenza debería darles a aquellos que hablan en nombre del pueblo y, por buscar protagonismos de vanguardia por la izquierda, terminan compartiendo la mesa con la mismísima derecha.

Se equivocan quienes piensan que son "derechos adquiridos" producto de las "luchas populares", el Plan Argentina Trabaja, la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la Reforma Política, el rol activo del Estado como regulador de la oferta y la demanda laboral que otrora maniobraba el mercado. Se equivocan quienes creen que es casual el golpe de Estado en Honduras o la creciente unión de los pueblos latinoamericanos para defender y fortalecer las democracias regionales. Se equivocan quienes nos subestiman.

*** Este es un proyecto colectivo que se sostiene en la justa medida en que todos nos hagamos carne en él. Ya lo decía Simón Bolívar: "La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino un inexorable decreto del destino".

Ya pasamos de las quimeras a la acción, es hora de pasar de unos cuantos hombres a la organización masiva del conjunto del pueblo argentino.

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