Nuestra presidenta dijo que es, "también un lugar emblemático: era un lugar en donde en tiempos que no queremos recordar, funcionaban tribunales militares que juzgaban a civiles. Es parte de la historia, pero lo bueno es que hemos podido construir sobre ese pasado triste, un presente bueno, un presente mejor, un presente latinoamericano.
Y yo creo que nosotros tenemos que tener otra historia y otra lógica y que es, sobre las cosas que nos hicieron sufrir, reconocerlas y construir sobre ellas cosas que les sirvan a los pueblos, que les sirvan a las sociedades y que sirvan al mismo tiempo para demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de construir una historia diferente”.
Por eso el mejor homenaje que podemos hacer hoy a estos dos grandes hombres (dos libertarios -porque así lo fueron, cada uno en la época y el contexto que les tocó-), es luchar con orgullo, alegría, compromiso y memoria, por la consolidación de un proceso que se está dando a nivel regional. Con países hermanos, que bogan por la auténtica autodeterminación de nuestros pueblos, por la independencia definitiva de una Patria Grande, justa y soberana.
Desde el primer día que pisó la Casa Rosada, tuvo bien en claro que cada minuto de su vida debía dedicarlo a la construcción de ésta Gran Patria, y siguió el vivo ejemplo de nuestro Libertador, el General San Martin: “Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no defenderla”.
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